martes, 22 de marzo de 2016



El mundo y las energías renovables

Recientemente un artículo en la web de la famosa asociación conservacionista world wide foundation (WWF), sostenía que Indonesia, Madagascar, México, Marruecos, Sudáfrica, Turquía y el estado indio de Madhya, podrían obtener el 100% de sus necesidades energéticas para el año 2050, instalando plantas solares fotovoltaicas que cubriesen menos de un 1% de su territorio.

¿Suena bien verdad? De acuerdo, el ambientalista que todos llevamos en nuestro interior aplaude con las orejas iniciativas como esta. El científico que llevamos dentro, en cambio, se pone a hacer números y simplemente tacha la idea de fantasía o ensoñación.

Hace unos días, el bloguero Dawn Stover escribía un post absolutamente desmitificador sobre el potencial de las renovables, titulado "comprobando la realidad" (Reality check). En él nos recuerda que a la WWF no le ha dedicado tiempo a evaluar el enorme reto que supone un proyecto a semejante escala.

Para obtener un enfoque realista, en un mundo acostumbrado a que las necesidades energéticas, y la población humana, están en perpetuo crecimiento, habría que contar con los gastos producidos por todos los materiales necesarios no solo para la fabricación de las plantas, sino para la infraestructura necesaria para transmitir la energía generada (entre la que por cierto deberían incluirse medios de almacenamiento para los días lluviosos). No en vano, los autores del artículo publicado por la WWF pertenecen a tres compañías solares: First Solar, 3Tier y Fresh Generation. Stover cree que los autores son: "visionarios en un mundo que necesita desesperadamente a personas que actúen". 

En su opinión, proyectos de este calado están destinados a fracasar no solo por los inconvenientes económicos o políticos, sino porque simplemente no son posibles desde un punto de vista físico.

En su opinión, simplemente ahora mismo no contamos con una alternativa a los combustibles fósiles que pueda escalarse rápidamente para cubrir todas nuestras demandas, sin que eso suponga un auge inasumible en el precio de las materias primas, de la energía necesaria para transformarlas, y en la contaminación generada en el proceso.

¿Entonces no existe ningún milagro que permita la transición hacia las renovables sin que el mundo sufra un caos irremediable? Leamos a los científicos. Veamos, por ejemplo, lo que publicaron en Scientific American el científico Mark A. Delucci y el ingeniero Mark Z. Jacobson en el año 2009.

En aquel artículo, Dellucci calculó los recursos necesarios para hacer que en el año 2030 toda la población mundial obtuviera su energía de fuentes renovables. ¿El resultado? Miles de millones de sistemas fotovoltaicos en los tejados, millones de turbinas eólicas tamaño "jumbo", decenas de miles de plantas de concentración solar y plantas fotovoltaicas, miles de plantas geotérmicas y centenares de presas hidroeléctricas. Pero el problema es que se espera que tanto la población como los estándares de vida sigan aumentando hasta la llegada del 2030, así que llegado ese momento los cálculos iniciales se habrían quedado cortos.

El astrofísico Tom Murphy, responsable del blog "Do the Math", realizó cálculos centrados por completo en el aprovechamiento de la energía solar, ya que es bien sabido que en una sola hora, el sol entrega a la Tierra toda la energía que la humanidad consume en un año completo.

Estos fueron los números obtenidos: incluso con un ritmo de crecimiento anual en el consumo energético del 2,3%, si quisiéramos energizar a toda una civilización sólo con energía solar, en apenas unos pocos cientos de años nos veríamos obligados a cubrir cada metro cuadrado de suelo disponible con paneles solares con una eficiencia del 100%.

Así pues, como vemos, el problema no es solo tecnológico. Lo que sucede es que resulta imposible sostener un crecimiento infinito en la demanda energética. Así pues, a pesar de que los esfuerzos conservacionistas son más que bienvenidos, nuestro primer objetivo debería pasar por reducir el consumo. Incluso aunque eso suponga renunciar a cosas queridas como coches potentes en los que viajamos solos camino del trabajo, largas duchas de agua caliente cada mañana, o comer carne a diario. ¿Qué tal si aceptamos que un crecimiento continuo en el consumo energético ni es necesario, ni es deseable?

Hasta que el International Thermonuclear Experimental Reactor (ITER), no abra la puerta a la energía barata, limpia e infinita, la única respuesta a esta crisis económica-ecológica pasa por variar nuestro comportamiento.
Perspectivas ambientales del Perú

Por: Ing. Ricardo Bruno Landazuri Montero

El Perú cuenta con una superficie de 1 285 215,60 km2; 200 millas de dominio marítimo (Mar de Grau), y una población al año 2013 de 30’475,144 habitantes, de la cual, el 76% es población urbana. Somos un país pluricultural, con más de 14 familias etnolingüísticas y 72 grupos étnicos y uno de los reconocidos en el mundo por su gran biodiversidad.

Perú es uno de los 15 países con mayor diversidad biológica del mundo, debido a una gran variedad genética, especies de flora y fauna y ecosistemas continentales y marinos. Somos el quinto país en número de especies las cuales el 30 % son endémicas, noveno país en posesión de bosques, somos segundos en especies de aves, terceros en especies de anfibios. Poseemos 11 ecoregiones, 28 de los 32 tipos de clima y 84 de las 117 zonas de vida del mundo.

Sin embargo, los recursos naturales no han sido usados para desarrollar una economía resistente y variada. En lugar de eso, a través de su historia, ha habido un patrón según el cual un determinado recurso desencadena un auge económico que es rápidamente seguido por la reducción de los recursos y el colapso. Algunos de los recursos que han experimentado estos ciclos de auge y colapso son el guano de las islas (1850s - 1870s), salitre (1860s - 1870s), el caucho (1890s - 1910) y la anchoveta (1960s - 1970s). El auge del sector agro-industrial duró más de siete décadas hasta que finalmente colapsó cuando se introdujo la Reforma Agraria de 1969 que redistribuyó los derechos de propiedad de la tierra. Las actividades mineras han permanecido como el pilar de la economía nacional desde tiempos de la colonia, pero no han estado libres de problemas, incluyendo una disminución en la producción de minerales durante el final del siglo 18 que tuvo amplias implicaciones económicas. Y ahora muy probablemente ocurra esto con nuestro gas natural. Las causas de estos ciclos perniciosos son múltiples pero queda claro que están incluidas las fallas institucionales y políticas; y también los indefinidos derechos sobre la propiedad.

En el Perú el deterioro del ambiente y de los recursos naturales es de preocupación por la alta contaminación del agua y deterioro de las cuencas; la mala disposición de los residuos sólidos; las ciudades desordenadas con alta contaminación del aire, ruido y baja calidad de vida; la pérdida de los suelos agrícolas por erosión, salinización y pérdida de la fertilidad, así como el cambio de uso de tierra por actividades económicas para la obtención de combustibles y la minería, el crecimiento poblacional que también afectan al uso de tierras; la destrucción de al menos 10 millones de hectáreas de bosques y tala ilegal de maderas finas; las 221 especies de la fauna en peligro de extinción; la pérdida de cultivos nativos y sus variedades, la afectación de fenómenos como el cambio climático y sus efectos, los conflictos sociales que se están dando por recursos como el agua o la minería, un desorden territorial desmesurado y a todo esto se suma la falta de gobernanza ambiental en nuestro país, una cultura ambiental poco desarrollada y una aun débil organización para las sanciones e infracciones efectivas y políticas no integradas en materia ambiental en nuestro país.

Asimismo, existen diferentes tipos de causas que contribuyen al costo de degradación ambiental: (i) enfermedades transmitidas por el agua procedente de redes de abastecimiento de agua potable, saneamiento e higiene inadecuadas, de fuentes de agua contaminada de origen industrial, de residuos domésticos no tratados y de fuentes difusas (2,300 millones de nuevos soles): (ii) contaminación atmosférica urbana procedente de fuentes fijas y móviles (1,800 millones de nuevos soles); (iii) desastres naturales, que incluyen los originados de forma natural como los provocados en parte por el hombre (1,100 millones de nuevos soles); (iv) exposición a emanaciones urbanas de plomo (Pb) de origen diverso (1,000 millones de nuevos soles); (v) contaminación intradomiciliaria, sobre todo en zonas rurales (800 millones de nuevos soles); (vi) degradación del suelo, sobre todo en las laderas orientales de la sierra, atribuida a la escasa o inadecuada utilización de la tierra (700 millones de nuevos soles); (vii) deforestación, debida principalmente a la conversión de selvas en tierras agrícolas, un problema cada vez mayor, sobre todo en las selvas tropicales; (viii) recogida inadecuada de residuos municipales un factor especialmente problemático en los centros urbanos del país (100 millones de nuevos soles).

Pero no todo es negativo en este menester, hay instituciones que vienen trabajando para mejorar esta situación y no solo ONG’s, sino también el sector publico. Municipalidades vienen desarrollando y ejecutando proyectos vinculados a temas ambientales, nuestro ministerio del ambiente viene mejorando y fortaleciéndose y aunque muchos puedan criticar y aminorar su labor, debemos recordar que desde 1994 con la creación del CONAM y posterior en el 2008 la creación del MINAM bajo una presión política, esta asume la red de trabajo ya conformadas y muchas de las tareas que el CONAM ya desarrollaba así como también sus problemas y corrupción.

Asimismo el desarrollo de leyes y organismos más eficientes como la OEFA o el SENACE y Programas Multisectoriales dignos de aplaudir como el Programa de segregación en la fuente y recolección selectiva del Ministerio de Economia y Finanzas y la implementación de comisiones ambientales regionales, provinciales y/o distritales con sus respectivos grupos técnicos de trabajo, además de un acceso a información a través de plataformas virtuales, materiales de difusión brindados por las diferentes áreas ambientales de los sectores y estadísticas ambientales proporcionadas por el Instituto de Estadística e informática del Perú. También se viene desarrollando en muchas partes del país fuertes programas de microzonificación, zonificación económica y ecológica como instrumentos del ordenamiento territorial de país que es probablemente una de las causas fundamentales de otros problemas ambientales asociados.

Y aunque hay muchos retos y oportunidades en nuestro país para la mejora de la calidad ambiental, mi opinión es que el papel más fundamental en esta labor es la del ciudadano que debe reclamar sus derechos ambientales y conocerlos a plenitud pero también cumplir con sus obligaciones, participar en organizaciones, agruparse y hacer una sola voz. Participar en espacios de concertación donde podamos exigir a nuestras autoridades le den importancia y destinen presupuesto para esta tarea.